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4. Buenas prácticas en gestión de proyectos

Como ya ha visto a lo largo del presente capítulo, la gestión es un tema bastante extenso y que muchas veces un gestor de proyectos solo alcanzará un expertiz con la puesta en marcha de los conocimientos adquiridos. Infinidad de elementos internos y externos pueden alterar el avance de un proyecto o incluso finalizarlo. Intentar enumerar cada uno de los distintos elementos que pueden afectar un proyecto, sería una labor titánica y sin ningún resultado tangible. Sin embargo, la gestión de proyectos recolecta una serie de buenas prácticas que son aplicables a una gran gama de proyectos y en general a la ejecución de proyectos fotovoltaicos. Estas se detallan a continuación: 

  • Formalizar el inicio de un proyecto: La mayoría de proyectos fotovoltaicos, a nivel de instalación son de corta duración. No obstante, siempre es necesario realizar una apertura formal del proyecto, establecer la relación con los clientes, socios y con el equipo de trabajo. Una reunión con cada uno de los autores donde se pueda dejar claro hasta dónde se puede llegar con el proyecto, manejar las expectativas que se cuentan y definir los roles a asignar a los miembros del equipo de trabajo. Una pequeña reunión antes del proyecto, le dará muy buenos resultados en la vida del proyecto. 
  • Envuelva a su equipo de trabajo en la planificación del proyecto: Es necesario motivar a las personas que se encontrarán trabajando con usted. Tomarlas en cuenta, consultarles una opinión, entender si la persona está de acuerdo con la labor realizada, son de suma importancia y hacen sentir al equipo de trabajo comprometido. No cuesta mucho establecer esta reunión e incluso podrá facilitarle el proceso de planificación. Ya que lo puesto en el papel, estará más cercano a las expectativas y a las capacidades que presenta su equipo. 
  • Definición clara de los requisitos: sería muy desagradable encontrar que al finalizar un proyecto, los resultados no concuerdan en lo más mínimo con lo que se esperaba. Esto sin mencionar los problemas adicionales que esto pueda causar. Por eso, es importante ser lo más claro y detallado posible, cuáles son los resultados del proyecto. Esto le ayudará a trazar la mejor ruta, la que se debe tomar. Entre más claro esté cual es el destino del proyecto, más fácil será establecer la estrategia para lograrlo. Es necesario que defina métricas claras y alcanzables, de acuerdo a las distintas partes del proyecto. 
  • Planificación y gestión de riesgos: Es necesario establecer cuáles son los principales riesgos que podemos tener en un proyecto. Si bien es cierto, no podemos preeverlos todos, si se pueden analizar cuáles son los más prominentes: malas condiciones del tiempo, problemas con algún distribuidor, algún accidente... Poder identificar los principales riesgos durante las distintas etapas del proyecto, permitirá generar planes de mitigación ante cualquier inconveniente. 
  • Genere puntos de control a lo largo del proyecto: Dependerá directamente del tipo de proyecto, pero siempre es bueno trabajar con respecto a los avances que se pueden tener. Esto permitirá tener de forma actualizada el estado del proyecto y preever si existe algún retraso o falta de algún recurso que repercuta con el final del proyecto. Es siempre importante intentar exponer los resultados, con el equipo de trabajo. Para que todos estén informados de cuáles serán los siguientes pasos.
  • Haga una previsión semanal de presupuesto: Uno de los principales problemas que atacan un proyecto, es la falta de recurso económico. Para ello efectúe una análisis semana a semana de cómo van los números, para poder crear alguna alternativa en caso de que haya un problema en el transcurso del proyecto. Es mejor atacar los focos de problemas conforme van apareciendo, que no poder finalizar un proyecto porque faltó un 50% extra de lo que estaba presupuestado. 
  • Comunicación: este es uno de los pilares de cualquier proyecto y en definitiva es la herramienta que más facilitará llevar con éxito cada una de las prácticas anteriormente mencionadas. Una comunicación efectiva, permitirá tener a su equipo de trabajo motivado y empoderado, además mejorará las relaciones con sus clientes o socios de proyectos. Quien no comunica, simplemente no puede ser considerado un buen gestor de proyecto.