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1.1 Características de los proyectos

Un proyecto “es un intento por lograr un objetivo específico mediante un juego único de tareas interrelacionadas y el uso efectivo de los recursos” (Gido & Clements, 1999).

Según Guido & Clements, existen diferentes atributos que contribuyen a definir un proyecto, tales como:

  • Un proyecto tiene un objetivo bien definido, un resultado o producto esperado. Es importante que en el objetivo se incluya el alcance, programa y costo.
  • Un proyecto se lleva a cabo mediante una serie de tareas interdependientes, es decir, un número de tareas no repetitivas que es necesario realizar en un cierto orden con el fin de lograr el objetivo del proyecto.
  • Un proyecto utiliza varios recursos para realizar las tareas. Esos recursos pueden incluir diferentes personas, organizaciones, equipos, materiales e instalaciones.
  • Un proyecto tiene un marco de tiempo específico, o tiempo limitado. Tiene un tiempo de inicio y una fecha para la cual se tiene que lograr el objetivo.
  • Un proyecto puede ser un esfuerzo único o de una sola vez. Aunque no sea precisamente novedoso, cada proyecto lleva una adaptación particular a las condiciones vigentes.
  • Un proyecto tiene un cliente. El cliente es la entidad que proporciona los fondos necesarios para el logro del proyecto; puede ser una persona, una organización, o un grupo de dos o más personas u organizaciones.
  • Un proyecto incluye un grado de incertidumbre. Antes de que se inicie un proyecto se prepara un plan sobre la base de ciertos supuestos y estimados. Es importante documentar estos supuestos ya que influirán sobre el desarrollo del presupuesto, el programa y el alcance del trabajo del proyecto. Básicamente, la combinación de los supuestos y las estimaciones genera un grado de incertidumbre relacionado a si el objetivo original del proyecto será logrado completamente.

Por otro lado, existen cuatro factores que limitan el logro exitoso del objetivo del proyecto, los cuales son: alcance, costo, programa y satisfacción del cliente (Gido & Clements, 1999). 

El alcance de un proyecto contempla todo el trabajo que se tiene que realizar con el fin de que el cliente quede satisfecho, cumpliendo con los requisitos y  criterios de aceptación acordados al inicio del proyecto. Para los proyectos fotovoltaicos, se deben establecer claramente las fases de negociación, diseño, instalación, supervisión y mantenimiento, entre otras. En los temas siguientes, se detallarán herramientas útiles para la gestión del proyecto, que facilitarán el control y la calidad del trabajo.

El costo es la cantidad que ha convenido pagar el cliente por el desarrollo de un proyecto. Dentro del costo del proyecto, se deben tomar en cuenta los costos necesarios para operar un negocio, tales como: planilla, viáticos, herramientas, etc. Además, se deben incluir los costos variables que van asociados directamente al tamaño de la instalación, como por ejemplo la cantidad y tipo de tecnología fotovoltaica a utilizar. Para este aspecto, se recomienda utilizar la metodología ABD de Costo Basado en Actividades propuesta en la década de 1980, por Robert Kaplan y William Burns. De esta manera, al conocer cada una de las actividades requeridas para desarrollar un proyecto fotovoltaico, es más sencillo saber cuánto cuesta la ejecución de cada uno.

El programa de un proyecto es la relación de tiempos que indica cuándo se debe iniciar y terminar cada actividad. Por lo general el objetivo del proyecto, expresa el tiempo en el cual se tiene que completar el alcance del proyecto en términos de una fecha específica, acordada entre el cliente y la persona o la organización que realiza el trabajo.

Al final del proyecto, se busca la satisfacción del cliente.  Para continuar a lograr eso,  es importante desarrollar un plan antes del inicio del proyecto, en el cuál se incluyan las tareas de trabajo, los costos relacionados y los estimados del tiempo necesario para terminarlos.