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3.2 Dimensionamiento

Como se mencionó anteriormente, en las instalaciones con conexión a red no es necesario cubrir el 100% del consumo de energía del cliente, situación diferente a la que se presenta con las instalaciones aisladas.

Como se va a disponer de suministro eléctrico por parte de la red comercial, se puede hacer una instalación de un tamaño que se ajuste al presupuesto disponible.

Eventualmente, el cliente puede realizar ampliaciones a futuro que le permitan disminuir la cantidad de energía que toma de la red. Por esto conviene dimensionar el inversor para una potencia mayor, si es posible, previendo que se instalen más módulos en el futuro.

El inversor para instalaciones de conexión a red (ver figura 2) es un poco diferente al destinado a instalaciones aisladas.

  • En el inversor destinado a instalaciones aisladas, la tensión de entrada está determinada por las baterías, y por esto es casi invariable.
  • Para las instalaciones de conexión a red, la tensión de entrada del inversor puede variar dentro de un rango más o menos amplio, por lo que el campo fotovoltaico podría tener varias configuraciones posibles.

 

Figura 2. Inversor para instalaciones de conexión a red (microinversor)

 

Es importante asegurarnos de mantener la tensión de entrada del inversor dentro del rango en el que puede operar como seguidor del punto de máxima potencia.

En caso de requerirse la conexión a red con un sistema de tres fases, no es necesario que se compre un inversor trifásico, sino que se pueden utilizar inversores monofásicos, conectando cada uno a una fase diferente.

El inversor y los módulos se escogen entonces en función del presupuesto disponible según el cliente. Una vez que hayamos seleccionado estos componentes, podemos estimar la cantidad de energía que va a producir la instalación.