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2.1. Introducción

En múltiples situaciones, la generación de energía mediante sistemas alternativos (fotovoltaico o eólico, por ejemplo) no permite que se aproveche en el momento en el cual está disponible.

Por ejemplo, en el caso de la energía solar fotovoltaica, es muy probable que la mayor demanda en un hogar se presente en momentos en los cuales no hay presencia del Sol (en la noche), como se puede apreciar en la Figura 2.1.

Figura 2.1: Muestra de la demanda de energía en un hogar, respecto a la producción de energía solar, durante un día.

 

Una alternativa que permite aprovechar la energía fotovoltaica disponible durante el día es almacenarla, lo cual puede hacerse de dos formas:

  1. Utilizando la red eléctrica como un gran reservorio.
  2. Utilizando algún medio especial para ello. Nos centraremos en este caso.

Aunque a nivel mundial existen diversos métodos de almacenamiento para las energías renovables, tales como aire comprimido, térmico, hidrógeno, hidráulico, por citar varios, analizaremos el caso particular de las baterías electroquímicas.

La batería posee las siguientes características muy interesantes relacionadas con su función de almacén de energía:

  • Permite acumular la energía que se produzca en algún momento para utilizarla cuando la fuente no esté disponible, o cuando esta no produzca la suficiente energía para abastecer la demanda.
  • Mantiene un nivel de tensión estable, contrario a lo que sucede con los generadores de energía alternativas (la fotovoltaica depende de la irradiancia y la eólica de la velocidad del viento).
  • Suministra una potencia mayor que el propio generador fotovoltaico en momentos muy particulares, como picos de consumo (por ejemplo, arranque de un motor).

No en todas las circunstancias se requiere usar un reservorio de energía, ya que si se considera una instalación fotovoltaica conectada a la red, la misma red funcionaría como almacén de energía.

¿En qué casos se recomienda usar?

En los siguientes casos:

  • Instalaciones aisladas: son aquellas que no se encuentran conectadas a la red eléctrica, principalmente porque carecen de ella. Acá se puede utilizar un sistemas de baterías, siempre y cuando se realice un estudio adecuado que justifique el costo de una instalación de ese tipo.
  • Instalaciones asistidas: son conexiones que, aunque haya suministro eléctrico, se quiere aprovechar la energía que se puede acumular durante el día, para ser utilizada en la noche. Este tipo de instalación no inyecta energía a la red.